Salud sexual y reproductora

Los genitales del hombre incluyen principalmente el pene, los testículos y el escroto, que es la bolsa en la que se encuentran. Diversos problemas de salud pueden afectar a estos distintos órganos que aunque no suelen ser graves, sí que pueden ser muy incómodos y limitar en gran medida el realizar una vida normal. Desde esta consulta se ofrece un estudio detallado y un tratamiento personalizado avalado por la amplia experiencia en el manejo de todas estas alteraciones con excelentes resultados.

La piel que cubre la parte final del pene se denomina prepucio. Cuando ocasiona molestias en la erección o al intentar descubrir el glande para realizar una correcta higiene, puede deberse a la presencia de fimosis o de un frenillo corto.

No es grave pero puede ser muy incómodo y en algunos casos puede acarrear problemas de infecciones, dolor con la erección o imposibilidad para realizar una adecuada higiene del pene. Casos avanzados y de larga duración se han asociado a un mayor riesgo de cáncer de pene.

La solución a estos problemas generalmente es un tratamiento quirúrgico.

La cirugía se realiza mediante anestesia local y el paciente puede estar en su casa a las pocas horas tras la intervención. Dado que para garantizar los mejores resultados, tan importante es la cirugía en sí como el control posterior, esta Unidad realiza un seguimiento estrecho para controlar la evolución del paciente hasta la cicatrización completa.

Generalmente lo que se agranda es el escroto, que es la bolsa de piel en la que se recogen los testículos. Suelen ser problemas benignos aunque pueden ser muy incómodos.

Depende del caso. En la mayoría de las ocasiones son secundarios a la presencia de una hernia inguinal, a un acúmulo de líquido en las capas que recubren el testículo (hidrocele), a la presencia de un quiste en el cordón o un engrosamiento de las venas que salen del testículo (varicocele). De forma mucho menos frecuente puede deberse a un tumor testicular. Por eso recomendamos que se acuda a un médico para realizar el diagnóstico.

Sí. Generalmente en los casos avanzados el tratamiento suele ser quirúrgico. La técnica a realizar depende del tipo de problema hallado y de las características del paciente.